Monday, September 10, 2007

Cuatrilogía. 1ª Parte. Las Fiestas del Pueblo

Porque sientan bien.
Porque una vez al año, lejos de hacer daño, sientan muy requetebién.
Porque uno se lo merece.
Porque es mentalmente higiénico dejar el "estiramiento" de esta sociedad globalizada y protocolaria durante unos días y entregarse a los placeres de pertenecer a la estirpe del GA-ÑAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!!!
Porque a uno le hace sentirse alguien andar por la calle y tener nombre y casa: "Mira por donde va el chico de la Menganita"; "¡Hay que ver que mayor está la chica del Fulanito!"; y un precioso etcétera que, si bien como norma exasperaría a cualquiera, durante unos días al año te otorga el título de POSEEDOR DE UNAS RAÍCES Y DE UN LUGAR EN EL MUNDO.
Porque es enternecedor encontrarse con gente a la que hace un año que no ves (y con la que quizá no hagas mucho esfuerzo por mantener el contacto durante el resto del calendario) y comprobar lo rápida y maravillosamente que se calienta el compadreo con abrazos y conversación al amor de la sombra de color ambar que proyecta un botellín de cerveza atravesado por el cómplice sol de mediados de agosto.
Porque pocas cosas inyectan más alegría por vivir que la propia alegría por vivir, hija legítima del cariño lujurioso por la diversión, los amigos y las ganas de ser, rural, festiva y temporalmente, JOVEN, LIBRE y FELIZ.

Por eso y por un millón de razones más, ¡¡VIVAN LAS FIESTAS DEL PUEBLO!! Las del mío. Las de cualquiera. Pero que vivan.

1 Comments:

Blogger La estatua del jardín botánico said...

No me preguntes por qué, pero leer este post me ha hecho sentir muy bien. Mil millones de besos.

12:49 AM  

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